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Los recipientes a presión, también conocidos como tanques ASME, son recipientes cerrados diseñados para contener gases o líquidos a una presión sustancialmente diferente a la presión ambiental.
En la mayoría de los casos, los recipientes a presión, también llamados tanques de presión de aire o calderas, se utilizan principalmente para aplicaciones relacionadas con las industrias de alimentos y bebidas, química, farmacéutica, plásticos y petróleo y combustibles. También se pueden utilizar para calefacción y refrigeración.
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Los recipientes a presión están diseñados para operar de manera segura a una presión y temperatura específicas, técnicamente denominadas "Presión de diseño" y "Temperatura de diseño". Un recipiente que no está diseñado adecuadamente para manejar una alta presión constituye un riesgo de seguridad muy importante. Por eso, la certificación y el diseño de recipientes de alta presión se rigen por códigos de diseño como el Código de recipientes a presión y calderas ASME en América del Norte, la Directiva de equipos a presión de la UE (PED/CE), CSA B51 en Canadá (CRN) .
El metal utilizado en cualquier proceso de fabricación de recipientes a presión suele ser primero laminado en frío, en lugar de laminado en caliente. Además, para aumentar la resistencia a la tracción y la temperatura, los trabajadores metalúrgicos los templan, templan o galvanizan con frecuencia.
Una vez que los metales están listos, los recipientes a presión generalmente se fabrican mediante uno de tres procesos: forja, soldadura fuerte y soldadura. Los tres procesos utilizan calor para unir piezas de metal, pero todos lo usan de manera diferente.
La forja forma piezas metálicas mediante la aplicación de calor y presión.
La soldadura fuerte se refiere al proceso de unir dos metales llenando el espacio entre ellos con un metal no ferroso.
La soldadura es un proceso en el que dos piezas similares de metal se calientan hasta que sus bordes se funden y se fusionan.
Los fabricantes diseñan tanques a partir de una variedad de metales duraderos o plásticos de alta resistencia que pueden mantener su forma y propiedades bajo presión. Los ejemplos incluyen: acero inoxidable, circonio, acero al carbono, titanio, niobio, aleaciones de níquel y fibra de vidrio